No lo Abandono…Hace tiempo decidí que jamás lo haría, permanecer cerca de Ángel ha tenido costos que he pagado no sin dificultad, pero no me arrepiento de mis decisiones. Por otro lado, sé que mi presencia en su casa también le ha traído problemas y jamás se ha quejado o me sugerido que me marche.
No lo abandono, simplemente salgo del abandono en que me había sumido a mi misma.
Después de rumiar la decisión durante semanas, arrendé un cuchitril, una pieza en la casona donde vive una Amiga y su pareja. Es una casona antigua y súper grande, por lo que subarrienda piezas a una fauna bastante variada, parece ser una comunidad bastante heterogénea pero armónica, en fin… espero ajustarme nuevamente a la vida en comunidad.
La pieza es más bien modesta (alguna vez fue un negocio, así que posee una cortina metálica), pero lo importante es que está bien ubicada, a un par de cuadras del metro. Es amplia, lo suficiente como para recibir una cama (o un colchón a ras de piso, como me gusta dormir) un mueble para la ropa y cachureos, una mesa, un escritorio y quizás un sofa-cama.
Ante todo busco un espacio para respirar de Ángel. La sociedad con él estaba resultando asfixiante, creo que para ambos. Ahora podré simplemente tenderme una noche en la cama, acompañada del viejo libro que quedó a medio leer hace meses. Y Ángel podrá usar tranquilo su dpto para sus carretes excesivos (que resultan agotantes para mi) y para recibir a aquellos amigos tóxicos y deslenguados, que suelen mandarse desubicadas. No tendré que estar presente cuando se sobreexponga y no me enteraré de más infidencias tras el ventanal indiscreto. Mis sábados retornaran a la calma.
No lo abandono…
Simplemente diversifico mis refugios, retorno a la vida nómade.
Tres o cuatro lugares a la semana… como en los viejos tiempo…
Como en las últimas semanas seguiré visitando la casa de mi hermana; sobre todo el fin de semana, es que me queda bastante lejos de mi trabajo y no es accesible muy tarde. Deseo disfrutar de su compañía lo más que pueda, su salud empeora cada día, requiere muchos cuidados y dedicación casi exclusiva. Así que un o dos días a la semana, los pasaré por allá. La aprovecharé mientras esté con nosotros.
Casa de los padres. Casi no voy, tengo poco tiempo y queda tan lejos de mi mundo real, en la periferia de la ciudad. Pero creo que Padre necesita algo de atención, la enfermedad de hermana ha desestructurado su cotidianidad, Madre casi vive en casa de la Hermana y Padre está súper abandonado. Una vez a la semana dormiré allí, si bien con el viejo nunca hablamos, creo que no le hará mal que alguien le haga el desayuno y le diga “buenos días Papá”.
Además extraño algo de aire puro y comida de madre (no hay nada más reconfortante, aunque sea un simple plato de tallarines con salsa de tomate, pucha que saben diferentes cuando están hechos por Madre)
Otro par de días me desintoxicaré en el Cuchitril, en la pieza, la que espero poder llamar “mi pieza”, trataré de hacerla habitable, grata para mi… “mearé las paredes” jaja. (Demarcaré mi territorio) La llenaré de cosas mías, que me ayuden a recordarme que existo, en medio de esta multitud de fuerzas que reclaman por mi… ese será mi lugar seguro, mi bunker (como algún día fue el dpto de Ángel) ese lugar donde pueda llorar y maldecir, donde pueda dedicarme a escribir tantos proyectos pendientes. Donde pueda simplemente escuchar la música que me gusta y terminar mis libros a medio leer.
Contrario a lo que Ángel piensa, no es un espacio para llevar a “mis amantes” (estoy tan cansada y ocupada que difícilmente podría tener un amante). Eso queda para más adelante…
Me quedan dos o tres días de la semana para Ángel, no voy a dejarlo tan solito de un viaje. Pasaré a verlo, trataré de dejarle comida casera de vez en cuando y organizar el dpto (me suena a ser la nana puertas afuera, jaja Pero es mi forma de expresar afecto).
Intentaré seguir cerca, dormir a veces allí, cuando él se sienta solo o esté con angustia, en todo caso, la casa de mi Amiga esta sólo a $1.000 pesos en taxi del Dpto, a menos de 10 min. El podrá ir y venir a su antojo. Estaremos cerca igual.
Quisiera poder darle las gracias por su cobijo, por la compañía y decirle que esta decisión no es por algo que el haya hecho (o por lo que no), que es simplemente porque hay angustias e incomodidades que ambos nos evitaremos así.
Que si bien hemos construido “algo” juntos… algo indescriptible y hermoso, poco convencional y bastante freak, que reconozco que en la cotidianidad nos afiatamos maravillosamente, que casi parecemos matrimonio… me es inevitable apretarme la panza riendo, al recordar como alguien le advirtió a mi Madre que entre Ángel y Anaís: “Nada es lo que parece”… Ese es el lado amable y lúdico de estar juntos.
Pero hay situaciones que pueden evitarse al tener espacios más delimitados, situaciones desagradables que nos vulneran a ambos… No estoy en condiciones de presenciar más autodestrucción que la mía.
A mi Ángel Negro, le debo más de lo que podría expresar con palabras, lo amo con un amor que supera las restricciones del amor de pareja, del amor filial y de cualquier otro vínculo que haya experimentado antes.
No he dejado de amarlo… al contrario, creo que este paso marca un hito dentro de mi aceptación total de él y de su mundo y de la aceptación de mi propio mundo.
… Quizás la avalancha que presentía hace unas semanas, no era ningún hecho exterior… sino todo esta conmoción de decisiones, responsabilidades asumidas y procesos desatados…
Creo que es sólo el comienzo.
Canción de Fondo: No hay lugar
Sandra Mihanovich.
Esta es una noche como tantas y estoy cantando sin ganas el mismo tema de amor busco en la penumbra su mirada corre un frío por mi espalda y se me quiebra la voz Esta es una noche en que no puedo ser testigo de su juego su misma historia de amor ella acariciándole su pelo el ofreciéndole fuego como a mi me lo ofreció Si en mi vida no hay lugar para un amor de verdad como en un viejo ritual el que yo quiero se va Voy juntando copas y sonrisas y entre frases atrevidas me acerco al más seductor hay quienes me tratan de perdida alguna cara entendida me guiña su comprensión Una madrugada como pocasjunto al calor de su bocaescuché la confesión tal vez sólo viva en mi memoriaotra complicada historia de las que cuenta el alcohol