Hastio

Últimamente tengo miedo sentarme a escribir.. Cada vez que lo he intentado, termino evadiendo mirarme y sólo me conecto con la música de fondo.

Hoy no hay música, solo el frío ruidito de las teclas del computador y un viejo extractor de aire rezongando soledades.

Miro la página en blanco… Me obligo a mirarme dentro… para ayudarme voy leyendo trozos de los post anteriores… y leo la sentencia más dolorosamente realista en el primer post, de hace casi dos años.

“Separaste de manera irrevocable el sexo del amor.... Ya no hay vuelta atrás...
hace años cruzaste el umbral.... aunque camines en círculos, no quieras volver a
lo que dejaste atrás... tus huellas fueron hechas en la orilla del mar y la
mierda que flota en su superficie lo ha cubierto todo.”

Lo sé hace tiempo, pero hace poco lo asumí de verdad, eso de separar el amor del sexo fue un arma de doble filo que terminó asesinando más de algo dentro de mi.

Quizás fue evasión, quizás traté paradójicamente de proteger el sueño, la fantasia del amor incondicional y puro. Pero hoy ya no me convoca Amar, tampoco lo hace tener simplemente una noche de buen sexo. Ahora el Vacío lo ha cubierto Todo.

Me siento extraña, ajena a mi misma sin amar.

FCO
Fco, mi ex ha vuelto a mi vida. Insiste en retornar a ella. Lo miro extrañada de cómo alguien puede humillarse tanto por “amor”. Yo lo estimo como amigo.. Como hermano. Incluso logré controlar en parte la atracción física hacia el. Ayer le recomendé volver con su ex pareja y él me miraba destruido... Yo le dije qu esi buscaba amor, no lo esperara de mí, pues habia olvidado que era aquello que llamabamos amor.

Quizás no sea que no puedo amar, sino que ya no necesito mentirme y creer que amo. Porque perdí la fe en ese sentimiento.

Ya no suelo permanecer despierta noches enteras para contemplar el sueño de aquel otro, no he sentido más las mariposas en el estomago, lo que quizás extraño son las sonrisas espontáneas al simple contacto visual con un otro… las limpias caricias, el dormir abrazada a alguien sólo para sentir la paz de estar en su compañía.

Ya no amo, no sé si podré volver a hacerlo…

ANGEL

Por otra parte, Ángel fue mi fuente de “utopía del amor” Pero para permanecer cerca suyo tuve que extirparme la emocionalidad y así evitar que las cosas complejas de su vida me afectaran, al hacerlo anestesié también las alegrías.

Mis besos en su frente son un recuerdo casi difuso. Mis manos acariciando su pelo, los abrazos sin motivo, esos que a veces he tratado de revivir…. Pero algo hizo clic…

Su Dpto, que fue mi refugio por mucho tiempo, se va transformando cada vez más en un lugar caótico y antihigiénico. Vació de sentido, incluso algo angustiante.

Hay días en que siento que él quiere mi compañía, pero me hago la desentendida. A veces me sorprendo evitando que sus manos sobre mi almohada rocen mi pelo… Evito ver las sabanas sucias y oler mi toalla impregnada de otras pieles. Evito tropezar con las colillas de cigarro y las botellas de wisky o de ron. Evito escuchar los comentarios de los conserjes o los vecinos. Evito verlo a los ojos mientras repite el discurso de sus errores y de cambiar de vida, de dedicarse al trabajo como freno.

A veces lo escucho hablar y veo las situaciones desde una distancia prudente y como en una profecía autocumplida, lo juzgo. él siempre enfatizó en que yo emitía juicios sobre él. Creo que por cansancio, comencé a hacerlo, yo no quería llegar a esto.

Sé que nada de parte de él ha cambiado, sólo que ya no puedo amarlo… en rigor, ya no necesito amarlo. Ya no puedo seguir aferrándome a la fantasía de estar enamorada o distraerme en la lucha interna de saber si lo amo o no.

Su vida sigue siendo su vida. Soy yo…. Yo, Ángel!!!!!! Yo he cambiado y no es un nuevo amante, ni un antiguo amor que me hayan remecido, no. Esto viene desde dentro.

Soy yo Ángel, yo la que he respirado el olor de mi propia putrefacción…
Es como si hubiese acumulado todos olores de los cuerpos ajenos que he lamido, todos los sabores de las pieles que he succionado. Me asfixian en esos olores y me harté de todo.

Me había transformado en una puta asquerosa, Igual esa que inspiraba algunos de los cuentos Freaks de Ángel, una puta barata…

Se había tornado cada vez más autodestructivo… Pero hace algunos meses eso paró.
Ya no habrá más amores, ni más amantes… quizás no haya más Anaís.

Lamentablemente hoy debo usar la misma frase que Ángel con que suele castigarse tras cada exceso significativo:

“Cometí un error”… un Enorme error, y como todo error tiene costos, quizás este me deje definitivamente en deuda conmigo misma.