El espejo

Alguien me comentó que lo que escribo suele estar marcado por la tristeza o la melancolía... que rara vez escribo de alegrías...y es cierto. Hoy una tristeza me trae de vuelta por estos rumbos....

Mi vida, supongo que como todas las vidas, tiene de dulce y agraz... Pero escribo más sobre las tristezas y angustias... quizás soy egoísta con mis alegrías o tal vez porque las alegrías las vivo con mas simpleza, no intento comprenderlas ni explicarmelas... simplemente son.

Cuando una tristeza me atrapa, como hoy. Algo se activa en mi cuerpo, me da fiebre, nauseas; me descompongo completamente. Siento que mi pecho va a estallar bajo una presión enorme. Entonces no me queda mas que exorcisar los demonios escribiendo. Donde sea... Tengo que ordenar las ideas como en un esquema de redacción... Tengo que verbalizar lo que sucede en mi, vomitar fuera lo que me tiene atrapada. Sólo así puedo bajar los niveles de angustia.

Hoy no tengo muy claro que ha sucedido. Sentia que había logrado una estabilidad importante en mis estados de ánimo, a pesar del remezón que la enfermedad de mi hermana ha significado.

Pero hoy, esa paz colapso... Tengo miedo. Un miedo incontrolable, ultimamente duermo muy poco, suelo tener sueños perturbadores. hay algo que no logró conciliar, una amenaza constante...
Siempre he mirado a mi alrededor con recelo, cuidándome del mundo y de sus posibles agresiones. Pero quizás la principal amenaza sea yo misma. (en teoría lo sé... pero no lo asumo)

Hay aun fantasmas ocultos... aun no exorcisados, porque no me he atrevido a verlos a la cara. Porque no me he atrevido a mirarme a la cara.

Divago....

Recuerdo que años atras me sente frente a un espejo por horas, inmovil.. Observando la maqueta de ser humano que tenia al frente. Estaba tan concentrada que pude advertir que en aparente inmovilidad se escondia una serie de leves movimientos mecanicos, gestos que en la observacion se transformaron en muecas grotescas.
Vi mi rostro deforme, quizas sin mascaras.

Quizas ahora llevo años frente a un espejo.., negandome a ver lo que se refleja. Quizas los suños son bofetadas que me obligan a abrir los ojos... quizas el temor es un impulso necesario para movilizarme. Un puñetaso para sacarme del ensimismamiento.

Anaís despierta... mira, mirate...
walkiria desnuda en medio de un campo de batallas.
Estas desarmada y no sabes que hacer.