martes, agosto 2

Angel de la guarda

El otro día, Angel me prestó las llaves de su dpto para ir a dormir un ratito en la tarde, lo necesitaba. Llegué como las 18:00, intenté dormir, pero me fue imposible.

Siempre me ha costado dormir sola en esa cama que ha sido cómplice de tantas cosas: testigo de mi amor y mi desamor, de mi incondicionalidad y de algunas traiciones, esa cama sabe de noches de castos abrazos y de otras de lujuria desbordante... en ella se han cobijado Angel y su soledad, Anaís y sus llantos, Angel y sus Amantes, Anaís y un ex amante (vaya sacrilegio¡). Esa cama que cotidianamente nos une en un abrazo (o nos ata) y a la vez nos separa con el recuerdo de quienes somos...

"no estamos a salvo de las pasiones
ellas hechan raíces en las cornisas
y un apasionado solo hace canciones
nunca sabe muy bien, y nunca sabe muy bien
y nunca sabe muy bien, y nunca sabe muy bien, donde pisa".

No estamos a Salvo de Juan Carlos Baglietto


Ese día Angel estaba en casa de su familia, algunos problema los mantendrían hasta tarde por allá... y yo entraba a trabajar a las 05:30 am, debía dormir sola. A eso de la 01:30 me llamó angustiado, para contarme sentía que le había hecho daño a su hermana menor.
A las 3:30 otra llamada, Angel y una botella de vino tinto en el "Rincón Suizo" (Alameda cerquita de Mac Iver). Dice haber sido un mal referente, no proteger a su hermana menor (20 o 21 años), exponerla a presiones. Es cierto que su incapacidad para hacerse cargo de los problemas cotidianos recargó a la hermana y terminó en una crisis de la muchacha. Pero había mucho de errores personales y sobreprotección; responsabilidades compartidas.

Angel estaba verdaderamente triste, hace tiempo no lo escuchaba llorar, llorar...(la culpa provoca estragos). Le pregunté si podría llegar solo al dpto o si lo iba a buscar... volvía solo, pero antes terminaba su Botella.

Llegó a las 4:15 al dpto, con la botella a mediio vaciar... necesitaba que lo abrazaran, que le hicieran cariño... era un verdadero niño entre mis brazos... Lo hice acostarse, traté de tranquilizarlo, unos besos en la frente y muchas caricias...

Era un niño y tan triste... Me acosté un ratito con él y lo abracé, como alguna vez él lo hizo en mis noches de pesadillas, cuando pasaba noches enteras espantando los fantasmas que hacían ronda sobre mi cama... (Angel de mi guarda, dulce compañía...)*

Hoy los fantasmas lo agobían a él y no lo dejaré solo (de noche, ni de día, ni en la hora de su muerte...) , aunque eso implique tener que vermelas con algún demonio interno...

Lo que no te mata, te fortalece...

* Reminicencias infantiles. Pedía protección a mi Angel, con las más pura e inocente fe. Hoy sé que los Angeles también necesitan ser abrazados de vez en cuando.

Anaís.

3 Comments:

At agosto 03, 2005 1:18 p.m., Blogger Emilio said...

"esa cama que ha sido cómplice de tantas cosas: testigo de mi amor y mi desamor, de mi incondicionalidad y de algunas traiciones, esa cama sabe de noches de castos abrazos y de otras de lujuria desbordante... en ella se han cobijado Angel y su soledad". Notable.

 
At agosto 05, 2005 4:32 p.m., Blogger Pandora said...

Me emociono cada vez que te leo... simplemente es como reflejarme en otro lugar...

Eres muy valiente en acompañarlo, ojala todo salga bien y tus demonios no te molesten en el proceso.

 
At agosto 05, 2005 5:28 p.m., Blogger Herman Bustos said...

Muy interesante lo que escribes.Te felicito

 

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