miércoles, noviembre 30

De los políticos y las culpas

Las elecciones me tienen Chata....

Hoy entre las aceras infectadas de palomas (carteles propagandísticos) con caras falsamente sonrientes, promesas de gobiernos trasparentes y programa populistas; ante el manoseo y zandungeo de palabras como pobres, trabajadores, dueñas de casa, justicia social, distribución del Ingreso, isapres, jubilados.... PUEBLO... etc. Me siento agotada.

Cómo Lavín y Piñera pueden decir que los empresarios y los "servidores publicos" sudan la gota gorda... para hacer este país un lugar mejor, para mejorar la economía del país... ? yo diría para mejorar sus bolsillos...

Qué facil es para los candidatos y para los políticos en general, olvidar o querer que olvidemos que fueron parte activa o pasiva de la violación a los derechos humanos en nuestro país, que gracias a sus acciones u omisiones la economía avanzó.... sí, pero en completa desigualdad.... y en directo beneficio de ellos mismos. Tanto políticos de derecha (incluida la DC) como de Izquierda (que unos cuántos se miren las manos... podríamos encontar sangre...)

No es culpable solo el que disparó, también lo son quienes callaron... quienes aún callan.

En relación a asumir las culpas propias, mientras divagaba por la red, encontré en el blog de ISA Delirios desde un sombrero... y un poco de sopa , esta carta la periodista María Angélica de Luigi. que no puedo dejar de reproducir, notable:

El mea culpa de una periodista
María Angélica de Luigi fue una de las mejores plumas del cuerpo de El Mercurio durante los '80.
Brillante e incisiva reportera política, nunca escribió ni investigó sobre derechos humanos.
Hoy esa omisión le pesa como una culpa. Éste es su testimonio. Estos son sus fantasmas.

Por María Angélica de Luigi, Ex periodista de El MERCURIO

Lo siento.

Mi tiempo ha estado dentro del tiempo de los otros, como perra al mediodíaen el Paseo Ahumada.

Yo solo me estiré al sol, remoloneando, entre los zapatos que perseguían ylos zapatos que arrancaban por Huérfanos, por Pudahuel y La Victoria.

Soñaba lo normal: ternuras, erotismos, una casita, un buen colegio para el hijo.

Mientras Mónica González, Patricia Verdugo, la Camus, la Monckeberg, ladulce y angustiada Elena Gaete, del Apsi, arriesgaban la vida, yo me dabagustos de perra fina bajo los aleros de El Mercurio.

Gustitos: escribir bien, forzar preguntas inteligentes, poner en aprietos,colar entrelineas sofisticadas.¿Alguien planteó en alguna pauta en El Mercurio que había que hacer unreportaje a los cuarteles de la Dina?

Yo tampoco.

No puedo culpar a nadie. Nunca se me censuró.

Perra.

Mientras a otras chilenas les rompían la vagina con animales, botellas,electricidad, les daban puñetazos y mataban a sus hijos y padres, yo le leíacuentos a mi hijo, pololeaba, iba a las cabañas de los periodistas en ElTabo, usaba suecos y minifalda, carreteaba, ¿era feliz?

Lo siento.

Yo estuve entre los buenos y entre los malos de la guerra fría de Cheyre.

Entre los malos: me conmovió Allende, su discurso social, la reivindicacióndel pobre, el vino tinto y la empanada.

Trabajé por él, voté por él, estuve en la Alameda con pancarta para defendersu triunfo después del asesinato de Schneider.

Entre los buenos: mandé a la mierda a los compañeros del CUP cuando seconvirtieron en camarilla para perseguir periodistas, censurar informacionesy amenazar con matar al momiaje. ¿Te acuerdas, comadre, el cachetón que temandé por ser tan resentida y odiosa?

Pero tú si que te acuerdas, Pelao Carmona, donde estés, de esa conversaciónsofocante en un sillón del viejo Congreso en 1973: "Angélica, lo que seviene es un gorilazo, aquí se viene la CIA con todo, va a ser un baño desangre".

Y yo: "Ya estai con tu paranoia del imperialismo y la custión, pelao".Y después te encontré en un párrafo de crónica, ametrallado en una calle de Santiago.

Guevona.

Pelao, te juro, si ahora tuviera la oportunidad de vivir todo de nuevo, megustaría figurar entre tus malos.

Lo siento.

¿Qué valor tiene decir "lo siento", así, al voleo?

Pedir perdón a todos, a nadie.

Prefiero personificar: te pido perdón a ti, periodista Olivia Mora, quecuando naciste traías una bandera de Allende, que fuiste izquierdista dealma, que te la jugaste y nunca fuiste sectaria, que nunca quisiste matar anadie sino hacer justicia social.

Perdona por lo que tuviste que sufrir en el Estadio Nacional, en el exilio,con el asesinato de tu primer marido, el Pepe Carrasco (amigo loco quecreíste en mí como periodista).

Y, Olivia, perdona por no haber hecho nada para cortar la cadena de horrorque se llevó a uno de tus hijos. *

Fui una perra.

Guevona.

Fuente: The Clinic, 25.11.2004




PD: Gracias Señora María Angélica de Luigi fue gratificante leer su carta.
PD: * Conocí muy poco al Luciano... El Hijo de Pepe Carrasco al que hace alusión la señora María A. de Luigi...
Luciano, el que tras largos años de depresión se suicidó... quizas por el peso de perder a su padre de manera tan trágica... quizas por estar marcado para siempre como el "pobre" hijo del Pepe Carrasco...
Mi propia mea culpa:
Perdón Luciano, por no comprender que también eras una víctima... Perdón Luciano(s), porque no he contribuido en apurar la justicia para sus padres, porquer no he presionado para que se condene a los culpables...
Debo pedir perdon también, porque mi padre aún vive, pero olvidó sus ideales o se los guardo en el bolsillo perro del overol... y yo no he podido (o no he querido) recordarselos...

Perdón Luciano(s), porque me he encerrado en mis dolores olvidado los suyos...
Un abrazo a cada Luciano y un beso en cada mejilla.

Anais.


1 Comments:

At diciembre 08, 2005 1:02 a.m., Blogger Calameño said...

Buen mea culpa....igual me llega por ser DC...pero no pediré disculpas por serlo...Cada cual carga la cruz que se merece...
Anda a mi blog a decir hola que sea poh

 

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