Te vas, Me voy, Ángel ya se ha ido... Todos nos marchamos o dejamos algo... dejaremos o hemos dejado espacios importantes estas últimas semanas... Todo comienza a desaparecer, todo toma otros rumbos (tal vez el que siempre debimos llevar)

Ángel dejó la comunidad y se fue a su ruidoso y solitario departamento en pleno centro de santiago city.
Tu madre embarazada dejó marcharse a Angel y tiene por primera vez una familia normal, donde nosotras tal vez ya no tenemos cabida.
Tu vas viajando a una ciudad extraña a estudiar... lejos de todos, dejando atrás no sólo los espacios físicos compartidos, sino también las cosas que hemos vivido juntas.
Yo dormiré sólo un par de noches más en mi departamento a medio vaciar, hoy al abrir la puerta me encontraré sólo con el equipo de música averiado sobre la triste mesa del comedor ( las sillas y sillones se fueron, pronto lo haremos nosotros también) me sentaré sobre un cojín y usaré como mesa la misma banquita que usamos este fin de semana en nuestra "Ultima Cena".

Trato de mantener el recuerdo de esa "ultima cena"... tu yo y nuestro amigo sentados los cojincitos, frente a nuestra improvisada mesa de centro... en el desierto departamento, comiendo demasiado, hasta hartarnos, ansiosos, tristes, pensativos, sabiendo cercano el fin. Es difícil dejar lo que se ama, me es difícil dejar ese departamento... donde he vivenciado tan libremente mi vida. Me es dificil dejarte partir de mi vida.

Quizás puede sonar muy almodovarezca la conversación de ese día, pero deseo recordarla, porque resume terriblemente lo que siento:

Pequeña (con una dulce mirada en los ojos):
Que te pasa Anais. Tienes la mirada perdida.

Anais (con una triste sonrisa resignada )*:
He perdido tantas cosas este último tiempo, que más da perder la mirada.

*El Colgado (del tarot) me condena a la resignación, a aceptar los dolores con una sonrisa en los labios .

También te perdí a ti... y el reflejo de mis ojos en tus bellos ojos. Te extrañaré... ecxtrañaré tus besos asfixiantes, tu aroma y aunque no lo creas, recorré mi cama buscando ese olor... y atesoraré aquel cojín tan lleno de ti, ese que marcaste para mí con los fluidos de tus placeres y tus penas.

Y aún cuando quiera huir y cobijarme en la casa de Ángel, te recordaré. Te recordaré como anoche, tirada en su comedor escuchando a música. Pequeña, te despediste de mí en ambas camas que hemos compartido, recordaré las caricias de estas mañanas, las lágrimas que dejaste sobre mi pecho y ese beso dulce antes de partir (de nuevo Delgadillo).

En casa de Angel todo huele a ti, el baño donde nos recorrimos Hasta la improvisada cortina de la pieza de Angel parece un altar a nuestra desfachatez; Si supiera que usamos su cama cuando estaba de vacaciones y que justo estaban puestas sus sábanas Azules, esas sábanas que se iban a el día de la mudanza, pero que frente a la emergencia una de ellas se usó de cortina en su pieza (calzó preciso, pasará mucho tiempo antes que él decida cambiarla, yo no se lo sugeriré) .

Bueno, ya debo irme... Ahora sólo queda decir Gracias y siempre estaré aquí.

Tu Amiga...