miércoles, febrero 23

Sexo en la oscuridad

Pasé un intenso fin de semana, cargado del sexo más sublime y más vital que he experimentado.

Un departamento en el centro de esta puta ciudad, viejo, ajeno, deshabitado, sin mobiliario, descuidado y muy sucio, nuevo hogar de nuestro amigo. Lo recorrimos inspeccionando averías, buscando las heridas hechas por el tiempo.

Tu cercanía erizaba mi piel y la desnudez del ambiente me incitaba buscar tu piel. Exploramos sus espacios y descubrimos la oscuridad de algunos de sus rincones, y en ellos el placer de estar aislados de tanta gente y tanto ruido. Privados lugares para privadas intenciones...

Buscando un sitio protegido de las miradas de esas decenas de vidas que se ocultan tras las ventanas y balcones voyer-exhibicionistas, te invité a refugiamos en el deteriorado baño, con la luz apagada... en total oscuridad

A ciegas y con la piel en plena ebullición, nos acercamos y rozamos ligeramente nuestros cuerpos.... No pude evitar sentir tu respiración agitada y respirar nuestras feromonas mezcladas en el aire. Nos besamos, acariciamos, fuimos sacándonos las ropas una a una, dejandolas caer sobre el lavamanos o al húmedo suelo, que importaba...? Fuimos descubriendo con renovados ímpetus nuestros cuerpos, las caricias, los roces, los besos... fueron dibujando nuestras formas en la oscuridad.

Hace mucho tiempo no experimentaba un placer tan Integral, tan sensorial, la suavidad de tu piel, el olor de tu cuerpo, el sabor de tu sudor, los gemidos... tacto, olfato, gusto y oído suplieron la visión.

Pequeña, eres una caja de sorpresas, placenteras sorpresas...

1 Comments:

At abril 05, 2005 7:32 p.m., Anonymous Anónimo said...

uffff fuerte relato, típico de una niña, que no se encuentra a si misma, comparandose con la pequeña Lulu....
Dejas mucho que pensar...

Pero puta que eres kliente!!!!!!

 

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