La "Señora de Aseo"

Suelo compartir la colación con la recepcionista y la secretaria, con las señoras del aseo, con el técnico de mantención, con algún chofer... generalmente lejos del jet set de la empresa.
Me gusta conversar de la vida con gente sencilla, diversa en edades y ocupaciones, con diferentes gustos personales.
Aprovechar la media hora de almuerzo en conversaciones relajadas, lejos de la falsa intelectualidad y del exhibicionismo exitista de ciertos estamentos de la empresa.

Pero ante todo, me gusta escuchar las historias de la vida de la Señora María… una de las señoras del aseo.
Tiene más de 60 años, apellido mapuche, vivió el terremoto de Valdivia, se vino antes de los 15 a Santiago como empleada doméstica, trabajo en una empresa del cordón industrial durante la UP (Gobierno de Allende), militó en el PC (Partido Comunista), se caso con un dirigente sindical, vivió la dictadura en una población histórica por su resistencia. Hoy casi todos sus hijos son profesionales, tiene cuatro nietos, ya jubiló pero sigue trabajando porque no le gusta depender de nadie y el monto($) de su jubilación es indigno.
Todo un enorme universo tras la “señora del aseo”…. La señora María.

Cada mañana me la encuentro en el pasillo o pasa por la oficina a vaciar los papeleros y limpiar los escritorios. Me gusta saludarla por su nombre y saber que cuando me pregunta como he estado, lo hace sinceramente. A veces me trae engañitos (un pan amasado o unas galletitas de las que hace su hija), me saluda para mi cumple y hasta intercambiamos regalos para navidad. Sé la historia de cada uno de sus hijos, casi como si los conociera. Ella reconoce mis estados de ánimo, sabe de mi vida bastante y hasta me da consejos... Tiene una mentalidad bastante liberal para su edad, quizás por eso me gusta hablar con ella…

Es extraño, podría decir que esta señora en edad de ser mi madre o incluso mi abuela… es uno de los vínculos más sincero que tengo en la empresa. Hablar con ella, me recuerda a mi vieja retándome porque duermo poco o mandándome al médico cuando me resfrío.

Alguna vez le pregunté porque me estimaba tanto, me dijo que era porque soy sencilla y una de las pocas personas en la empresa que se daba el tiempo de saludarla y ver a la persona tras del uniforme de la empresa de aseo. Yo no concibo discriminar a alguien por el trabajo que realice... ni creía que en la empresa se diera tanto...

Hoy escribo esto, porque tengo una rabia enorme…
Alguien me comentó que no era adecuado que tuviera tanta familiaridad con la “gente del aseo”…
Alguien que cree que el paso por la universidad te da un estatus diferente, quizás, que eres más que aquellos que ganan el sueldo mínimo…

Si es así, yo me cago en lo adecuado¡¡¡ prefiero almorzar y socializar con el “Perraje", que buscar roce social o falso reconocimiento entre el jet set… Aunque esto no sea "adecuado" y afecte mi “perfil”…

y así se lo hice ver a esa "Persona... " que entre hablar alguien lleno de prejuicios y habalr con con la señora María, prefiero la honestidad y sinceridad de la Señora María.

Canción de fondo:
Me gustas. de Angel Parra

Me gusta estar con la gente, tomar un vino de barrio,
saltar cuando ponen vallas o si no, pasar de largo.

Me gusta ponerle el hombro como quien busca la vida,
pero más me gusta el brillo que hay en los ojos de mi hija.

Me gusta cantar bajito pa’ no molestar a nadie,
pero si a usted no le gusta yo no voy a disculparme.

Me gustan los hombres libres y las mujeres iguales,
codo a codo, trabajando, soldados y generales.

No me gusta el poderoso que piensa que con dinero
puede cortar el camino por donde avanza este pueblo.

No me gusta la riqueza, tampoco los tragos finos,
prefiero un vaso de vino a la orilla del camino.

No me gusta quien se inclina delante de su enemigo,
pensando que por la espalda son muchos los que han caído.

Me gusta cantar bajito pa’ no molestar a nadie,

pero si a usted no le gusta yo no voy a disculparme.