Se viene...

Quizas para mañana olvide mi intención actual... quizas en un par de meses ya ni recuerde al individuo en cuestión...

Este jueves a medio día, me sentaré frente a frente a un viejo fantasma, a un decrepito y oxidado falso ídolo de oro, que ya no provoca temor en mi, ni siquiera respeto. Hoy la palabra venganza me suena dulce... agri-dulce...

Tal vez sea la fiebre, producto de la gripe... pero siento esa fortaleza interior que da la certeza de haber actuado dignamente... de no besar los pies de nadie y no transar en una de las pocas cosas que son indispensables en mi vida... La libertad de elegir mis amistades...

Que la "Heineken" me ilumine...