jueves, mayo 12

Paradoja

Golpeo la puerta del Dpto, un ansioso Ángel aparece sonriente tras la puerta.
En su habitación ya está todo dispuesto, en el equipo suenan algunos temas que despiertan nostalgias.
Ángel está extraño... me mira con una intensidad desconocida, tal vez olvidada.
En la mano sostiene un Ron con Coca Cola Light, me lo acerca y sugerentemente me invita a compartir su vaso. No acepto, es mejor no beber. Estoy algo angustiada y como dice la canción... “Beber no apaga el fuego en la conciencia...”
Ángel insiste, pero no deseo alcohol... me apetece unas pitaditas para relajarme...
Reciclo un cuarto de pitillo que había dejado abandonado por allí y mientras fumo, observo a Ángel preparar su Performance... Reúne algunos cds, se peina y aprovecha para observarse unos minutos en el espejo del baño... Pone un ritmo tropical (creo que una salsa) y me invita a bailar.... Jamás he podido negarle un baile, menos si lo que suena de fondo es un tema de Quilapayún, un tema de esos antiguos, bien revolucionarios.

Bailamos como en los viejos tiempos: solos, él y yo en una habitación tenuemente iluminada, compartiendo el mismo vaso de ron. Los años han pasado y van cubriendo tantos antiguos sentimientos que se pensaban olvidados.... Pero, puta nostalgia¡¡¡¡ Todo es confuso, tan terriblemente hermoso....

Nos paseamos por los ritmos latinoamericanos, una salsa, un tango... Luego la “Mulata”, poema de Nicolás Guillén , musicalizado por Inti-Illimani en ritmo medio salseado.

Mientras bailábamos, noté una profunda tristeza en Ángel... sus ojos, sus movimientos, sus manos... una tristeza vital...

Anaís: qué te pasa?

Ángel: es la canción, un ritmo negro, tan falsamente alegre. Escucha, verás que las letras son tristes. Es que la vida de los negros era tan mierda, que no les quedaba otra que llenarse de ritmos alegres y festivos, celebrar sus dolores... para poder seguir viviendo.

- me tendí en SU cama a pensar en ello. Es verdad, las letras de la música tropical casi siempre son dolorosas, llena de tristezas y traiciones... son “tan falsamente alegres” como dijo Ángel. Recordé tantos cumpleaños familiares y fiestas de fin de año, donde esa música era protagonistas de nuestros éxtasis. ¡Ángel siempre mostrándome el lado oscuro de las cosas!

Anaís: Tienes razón Ángel... Son como la vida... (Al tiempo que termina la canción)

Ángel -con voz entrecortada: Saldré un rato a la noche...

Anaís: a festejar tus dolores ?.... (Un tenso silencio)

Ángel: voy y vuelvo...

Anaís: Lo sé, siempre vas y vuelves... (Las palabras se deslizaron por mis labios, sin pensarlas... tan enfáticamente que sonaron a crítica y tal vez lo fueron, tal vez a amenaza... quizás a un “¿quién te asegura que esta vez yo seguiré aquí esperándote?”)

Al sentir la mirada de Ángel sobre mi, un escalofrío recorrió mi espalda... Cerré los ojos para no contemplarlo... para no ver como luchaba con sus confusos sentimientos, para no enfrascarme en mis eternas interpretaciones...

No sé cuánto tiempo duró este trance... sólo sé que cierto momento adiviné su cuerpo peligrosamente cerca del mío, se tendió en la cama y apoyó su cabeza sobre mi estomago. Me sentí tan unida a él, nuestros dolores tan cercanos. Acaricié su pelo y su rostro, como quién acoge a un pequeño niño, buscando y ofreciendo consuelo. Éramos dos náufragos en medio de la amenazante noche.

Ángel respondió torpemente el gesto, me acarició, sentí sus manos en mi pelo y en mi rostro. Esas manos que durante años deseé, esas manos me acariciaban con una ansiedad inesperada. Luego sucedió lo más insólito, se deslizó a mi lado y me abrazó fuertemente y sus caricias, como nunca, fueron recorriendo todo mi cuerpo... Yo estaba en shock, sin saber qué hacer... Cualquier movimiento podía causar daño... a él, a mi.. a ambos.

Él guió mis manos a su pecho y ellas ya no me pertenecían, acaricié su pecho, su espalda, rocé sus pezones y sus labios, acaricié sus muslos, lo recorrí en un estado de hipnosis. Pero lograba ver la situación desde fuera, me veía tendida a su lado y descubrí algo terrible... Mis manos lo recorrían, pero sin el deseo de una mujer hacia un hombre, ese ansiado momento ya no me atrapaba.

Casi no lograba respirar e imborrables lágrimas caían de mis ojos. No sé, aún no comprendo lo que sucedió... Al fin logré retomar el control y bajé la intensidad de las caricias... me levante y lo arropé como a un niño... el resto de la noche nos quedamos abrasados, casi no logré dormir... Estaba tan confundida.

Paradoja:
Hasta hace algún tiempo, yo estuve dispuesta a construir un mundo aparte donde ambos pudiéramos amarnos a nuestra manera, desee destruir los conceptos tradicionales de amor, sexo, pareja, familia... para reconstruirlos a nuestra medida. Ángel podría haber sido todo para mi... pero no se arriesgó, no lo deseaba, no le importaba como a mi o no quería dañarme... quién sabe? jamás lo dijo y yo no pude averiguarlo ( o no me atreví)

Su salto al vacío fue desconcertante, hace meses que yo estoy mucho más crítica y lejana... ya no hay incondicionalidad. Porqué ahora? No quiero especular motivos...

Ángel, Yo sigo aquí... me tendrás cerca cada vez que me necesites... pero ya son otros los tiempos, ya no creo en el amor y no creo que juntos podamos construir algo más de lo que ya tenemos... Esta amistad tan sui generis... Te quiero, eres la persona más importante en mi vida, jamás te olvidaré; pero debes hacer tu vida, yo lo estoy intentando...

Es dolorosamente grata la sensación de independencia, logré decir No a quién más he amado... Y me queda la satisfacción de que no fue por cobardía, sino por sanidad mental de ambos... UN BESO.

5 Comments:

At mayo 16, 2005 1:15 a.m., Anonymous Anónimo said...

Angel ha pasado de ansioso y sonriente a extraño, sugerente, seductor, triste, lejano, y lo has acompañado en cada estado de ánimo con tus emociones.
Bueno, para eso son los amigos, o no?
Aunque cueste tanto, a veces.

 
At mayo 16, 2005 2:53 p.m., Blogger Monin said...

Que grato es saber de tu independencia emocional, que grato darse cuenta que quien te dolía como amor ya no te duele, y en su lugar está un amigo con el cual compartiste tantas cosas que no olvidarás jamás...
Adelante y ánimo... quizá esto sea lo mejor que te puede pasar en la vida, cambiar de amor a amigo...

 
At mayo 18, 2005 1:57 a.m., Blogger Mauricio Fredes said...

Visitame mi blog te extraña.

 
At mayo 18, 2005 1:56 p.m., Blogger Calameño said...

Todo tiene su ciclo dice un amigo mio y tarde o temprano se cierran.
¿¿¿Hay algun grito de independencia que no lleve en si,dolor, muerte o angustias???...yo no conozco ninguno.
Es bueno que reconzcas un cambio de aire a tu salud mental...me alegro por eso...
Te fueron a buscar a tu pega y no estabas???...seria la celda vacia del revolver en el juego de la ruleta rusa?...quizas si hubiese salido un disparo habria ya alguien muerto...
Cuidate y sigue intentandolo, vas bien

 
At mayo 19, 2005 6:36 p.m., Blogger Roberto Arancibia said...

Hola Anais, tienes un link en mi blog.

:-)

R.

 

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